Arranca el Mundial de Qatar
- Gabriel Esteban
- 23 nov 2022
- 4 Min. de lectura
Analizamos los primeros partidos de los grupos A y B, los contextos de las diferentes selecciones y una pequeña reflexión del tiempo añadido en cada partido
Por fin ha arrancado el Mundial de fútbol 2022, que por desgracia se juega en Qatar y todo lo que ello ha supuesto, pero el espectáculo ha comenzado: el 20 de noviembre, tras la ceremonia inicial, sorprendentemente buena y disfrutable, se jugó el partido inaugural entre la anfitriona, Qatar, y Ecuador. Para poner en contexto, la selección qatarí llegaba tras ganar la Copa Asia y haber parado la liga del país desde septiembre. Los jugadores llevaban desde entonces concentrados y jugando amistosos por todo el mundo. Ecuador, por su parte, llegaba tras haber pasado las durísimas clasificaciones sudamericanas y después de verse involucrado en diferentes juicios debido a la dudosa nacionalidad de uno de sus jugadores, Byron Castillo.
El partido se desarrolló con la primera estrella del Mundial. Enner Valencia marcó un doblete después de que le anularan un gol y se fue como el jugador del partido. Por detrás, Plata y Caicedo compitieron y jugaron realmente bien y Estupiñán e Hincapié desbarataron los pocos ataques que lanzaron los qataríes.
La selección de Qatar no cumplió con las expectativas y completó un partido pésimo, lleno de errores. El portero cometió varios graves que le dieron ventaja a los ecuatorianos. El resto del equipo se mostró nervioso y con un nivel muy decepcionante para competir en una copa del mundo. Afif fue el único que intentó destacar, pero el planteamiento ofrecido por Ecuador fue suficiente para frenar a los locales. Qatar rompe así la estadística que perseguía a todos los mundiales hasta la fecha: nunca la anfitriona había perdido el partido inaugural. Ecuador ganó así 2-0 a Qatar y se coloca con 3 puntos muy valiosos en cabeza junto a Países Bajos.

Ya el día siguiente, los neerlandeses ganaron de la misma manera a Senegal, en un partido con más nivel, pero que se decidió por dos destellos de la naranja mecánica. Países Bajos, tras no clasificar a Rusia 2018, debían cumplir con el cartel de favorito de grupo y ganar para no descolgarse tan rápidamente de la cabeza. Senegal, por el contrario, venía de ganar la última Copa África y de dejar fuera a Egipto para jugar el Mundial. Mané, su estrella, no llegó a tiempo, pero la estructura ganadora del año anterior llegaba a Qatar.
Probablemente Senegal merecías más en el transcurso del partido. Sin embargo, un sorprendente Noppert entre palos y un brillante De Jong en el medio sostuvieron a Países Bajos hasta que, tras un gran centro del propio De Jong, y una mala salida de Mendy, Gakpo adelantó a la selección europea. Ya en los últimos minutos, después de aguantar el resultado, Depay cazó un contraataque, y de nuevo una mala acción de Mendy, ayudaron a Klaasen a marcar el definitivo 2-0.
Koulibaly, Gueye o Sarr en el conjunto africano no fueron suficiente para doblegar a unos Países Bajos algo decepcionantes, pero que consiguen sacar adelante el que a priori era el partido más complicado en fase de grupos. Los senegaleses se meten en problemas mientras que Países Bajos salva un match ball y busca la primera posición del grupo A.

Cambiando de grupo, los angloparlantes medirían sus fuerzas contra Irán. Inglaterra arrasó en el primer partido de la tarde. Los de Southgate, con un par de bajas sobre todo en los laterales, son una de las contendientes para llevarse la copa. Irán, sin embargo, busca la machada de colarse en unos octavos de final de un Mundial, pero debería quedar cuarta.
Inglaterra salió con una defensa de 4 y con Maguire (?, Bellingham y Saka como titulares. Bellingham fue indiscutiblemente el jugador del partido llegando de manera fenomenal al área y marcando el primero con un cabezazo inapelable. Después, Saka y Sterling marcaron el segundo y el tercero respectivamente para irse al descanso con un 3-0. Después del medio tiempo, los ingleses marcaron tres goles más, obra del propio Saka, Rashford y Grealish. Una contundente victoria para meter miedo a sus rivales y encarrilar su participación en los octavos de final.
Por otro lado, Irán se mostró totalmente anticompetitiva. Tras la conmoción de su portero titular, no pararon de recibir goles y fueron incapaces de atacar hasta los últimos momentos, en los que se encontraron con dos goles de Taremi, para maquillar el resultado. Un mal partido, pero no quita que pueda ser el juez que decida quién pasa y quién se queda fuera.
Y en el último encuentro del día, Estados Unidos y Gales se enfrentaban por el que debería ser el segundo lugar del grupo B. Estados Unidos por fin ha logrado juntar varios jugadores competitivos que han llegado a Europa y con un gran nivel, con el núcleo en Italia e Inglaterra. En Centroamérica ya no es tan claro el dominio mexicano y les han logrado arrebatar alguna Copa Oro en los últimos tiempos.Gales pone fin con este mundial a una generación dorada capitaneada por Gareth Bale, y con escuderos como Ramsey o James. Los británicos buscan ponerle punto y final a la carrera de su mejor jugador con la mejor participación posible dentro de sus posibilidades.
Empate a 1 entre ambas selecciones que dejaron el mejor partido de lo que va de campeonato. La primera parte estuvo totalmente controlada por los estadounidenses, que consiguieron transformar ese dominio con el gol de Weah, hijo del mítico George Weah, balón de oro que nunca fue capaz de jugar un mundial. Asistencia de Pulisic que rindió a un gran nivel. Dest y McKennie también disputaron un gran encuentro.

Los galeses le dieron la vuelta en la segunda mitad con la entrada de Moore. Bale, el más activo de todos los atacantes, consiguió forzar un penalti que él mismo transformaría en gol. Finalmente tablas y reparto de puntos para ambas selecciones que deberán ganar a Irán y dar un susto a Inglaterra para desempatar.
Antes de terminar, es importante resaltar la cantidad indecente de tiempo añadido que hay en cada partido. Ninguno de los partidos ha bajado de los cien minutos. Los partidos se terminan haciendo soporíferos y es necesario erradicar las pérdidas de tiempo de otra manera. Catorce minutos de descuento en la primera parte del Inglaterra versus Irán por la conmoción del portero y nueve minutos en el Gales versus Estados Unidos sin saber muy bien por qué. No es normal que cada partido tenga un descuento tan sumamente largo lo que hace que lleguen a ser hasta desagradables en ciertos momentos.
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