El Batallón Azov: la otra cara del régimen ucraniano
- Guillermo Moreno Muñoz
- 7 ene 2023
- 4 Min. de lectura
Uno de los principales argumentos empleados por el Kremlin para justificar su “operación militar especial” en Ucrania, fue la necesidad de “desnazificar” dicho país. Sin embargo, ¿qué es el famoso Batallón Azov del que tanto se habla? ¿Cuál es su papel en la guerra?
El Batallón Azov es una unidad militar perteneciente a la Guardia Nacional de Ucrania. Forma parte de las unidades de reserva de las Fuerzas Armadas, por lo tanto, se encuentra integrado en el Ministerio del Interior ucraniano. Se fundó en mayo de 2014 en Mariúpol, cerca del mar de Azov, el cual da nombre al grupo.

El germen de su creación se remonta a los sucesos que sacudieron al país años atrás. En 2012, tras las elecciones parlamentarias, el PR (Partido de las Regiones) se alzó victorioso con más de seis millones de votos, frente a los 5 millones de Patria. De esta forma, Víktor Yanukóvich, candidato del PR, se convirtió en el nuevo presidente del país.
La importancia de estas elecciones radica en el hecho de que Yanukóvich era más afín a tejer alianzas con Rusia, mientras que Patria y la oposición preferían acercarse a la Unión Europea. Por lo tanto, se puede afirmar que las elecciones de 2012 supusieron la victoria de los prorrusos frente a los europeístas. Además, destacan los resultados obtenidos por el Partido Comunista de Ucrania, el cuál se configuró como cuarta fuerza política hasta su ilegalización en 2015.

Un año más tarde, el presidente ucraniano rechazó, tanto el Acuerdo de Asociación, como el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea. Esto provocó una fuerte reacción entre los sectores europeístas. Se convocaron diversas manifestaciones contra el gobierno, las cuales terminaron en graves disturbios. Además, la UE intervino proporcionando cobertura mediática y recursos a los manifestantes. Incluso se sospecha que pudieron entregar armamento a diversos grupos paramilitares y ultranacionalistas, como el propio Batallón Azov, para derrocar al Presidente. Tras este golpe de Estado, conocido como "Euromaidán", Yanukóvich se vio obligado a firmar su renuncia y entregar el poder al pro-europeísta Oleksandr Turchínov.
Sin embargo, en las regiones del este, mayoritariamente prorrusas, este cambio de gobierno no fue visto con buenos ojos. La situación fue especialmente tensa en el Dombás, pues Rusia armó y entrenó a milicianos, tratando de contrarrestar la presencia de los grupos ultranacionalistas ucranianos que habían sido armados por la UE. Esto provocó el estallido de la Guerra del Dombás, la cual sigue activa desde el 2014 y se ha extendido a toda la región.
Durante este conflicto, el Batallón Azov jugó un rol clave en la lucha contra las milicias separatistas de Donetsk y Lugansk. Entraron en combate por primera vez en junio de 2014, cuando expulsaron a las fuerzas prorrusas de la ciudad de Mariúpol. También, durante estos años, recibieron las primeras acusaciones de crímenes de guerra y crímenes contra civiles. Meses más tarde, se integraron en la Guardia Nacional Ucraniana, abandonando su condición de batallón por la de regimiento, y pasando a formar parte del Ministerio del Interior.

En cuanto a la ideología promovida por Azov, encontramos una clara rusofobia y ultranacionalismo ucraniano, seguido por ideas neonazis, anticomunistas y antisemitas. De hecho, los embajadores de Polonia e Israel han denunciado en diversas ocasiones la glorificación del nazismo promovida por el régimen ucraniano. Un ejemplo de esto lo encontramos en 2010, cuando el presidente Yúschenko otorgó el título póstumo de Héroe de Ucrania a Stepan Bandera, colaborador nazi responsable del Holocausto en Polonia y Ucrania. La construcción de una estatua gigante en honor a Bandera tampoco ayuda a desvincular al estado ucraniano del Batallón Azov.

Además, en 2018, el Congreso de Estados Unidos bloqueó los envíos de armas a Azov, acusados de promover el supremacismo blanco. Y es que, pese a que en 2014 anunciaron que tratarían de despolitizarse, lo cierto es que nunca han abandonado el neonazismo.
En la actualidad, el grupo ha ganado una gran fama por su participación en la Guerra de Ucrania, especialmente por su resistencia durante la toma rusa de Mariúpol. El presidente ucraniano, Volódimir Zelenski, ha tratado de mantenerse alejado de ellos, para así desmentir las acusaciones rusas de que Ucrania necesitaba ser desnazificada. No obstante, hechos como su intervención en el parlamento griego acompañado de un soldado de Azov, o la entrega que realizó del título de Héroe de Ucrania a Denys Prokopenko, comandante del Batallón Azov, le vinculan de forma directa con estos grupos de extrema derecha.
Pese a que Zelenski clama que los defensores de Mariúpol no tenían relación alguna con el nazismo, los videos publicados por periodistas rusos, tras su rendición en la planta de Azovstal, muestran todo lo contrario.

Según fuentes occidentales, solo entre 900 y 2500 personas forman parte de este grupo. Sin embargo, según fuentes prorrusas su número sería muy superior, pues solo en la planta siderúrgica de Azov se rindieron más de 1700 combatientes vinculados a Azov. De ser así, esta organización podría representar una proporción muy significativa dentro del ejército ucraniano.
En definitiva, el Batallón Azov es uno de los mayores grupos neonazis del mundo. Además, durante la invasión rusa de Ucrania, han recibido grandes cantidades de armamento occidental, ganando aún más poder e influencia dentro del Estado ucraniano.
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