El periodo navideño según otras religiones
- Nuria Villar López
- 30 dic 2022
- 4 Min. de lectura
Así como el cristianismo tiene la Navidad, otras religiones tienen sus propias fiestas que pueden guardar alguna similitud o no
Como tal, y sin ser ningún misterio para nadie, la Navidad es una festividad cristiana. Por su predominancia en el mundo occidental y, aunque gran parte de la población se desentienda de los asuntos de la fe, hemos aceptado la tradición y la celebramos aun ignorando su sentido religioso.
Para la gran parte de las religiones cristianas (con una excepción), el 25 de diciembre tuvo lugar la natividad de Jesucristo, hijo de Dios y de María. Conmemoran la fecha de nacimiento de su mesías con representaciones de pesebres, misas del gallo, o la venida de los magos de oriente. Incluso el día de los Santos Inocentes tiene orígenes bíblicos. En España y gran parte de occidente, esta es la festividad mayoritaria, pero no la única.
Para empezar, no todos los cristianos celebran la llegada al mundo de Jesús porque no todos están de acuerdo en la fecha. Los testigos de Jehová (los cuales forman parte del cristianismo) no creen que esta fecha sea la venida al mundo de su mesías y, por ende, no tienen nada que celebrar.
Aparte del cristianismo, la figura de Jesús aparece en otras dos religiones, pero al igual que los testigos de Jehová, no celebran su venida al mundo (por motivos diferentes a los anteriores).

En el caso del judaísmo, sus fieles celebran Hanukkah (o Janucá), una fiesta de ocho días que conmemora la independencia del pueblo macabeo y la consagración del templo de Jerusalén. Su celebración incluye la iluminación de la menorá, un candelabro con nueve velas y la entrega de regalos (especialmente a los más pequeños). Las fechas varían de un año a otro ya que se rigen por el calendario hebreo y este año ha tenido lugar a mediados de este mes. Por lo tanto, los judios no celebran el nacimiento de Jesús y estos días no tienen relevancia en su religión.

El Islam, al igual que el judaísmo, incluye a Jesús en su creencia, pero no celebran su nacimiento. Para ellos las únicas dos festividades religiosas son la de la pureza y la del sacrificio pero sí encontramos una festividad que conmemora un nacimiento: el del profeta Mahoma en el Mawlid Al Nabawi. Su celebración al igual que con la religión judía, varía de fecha por el uso de un calendario propio (este año tuvo lugar el 26 de Septiembre).

Navidad y Janucá no es la única fiesta religiosa que ocurre en diciembre. Para los budistas, el día 8 tuvo lugar el Bodhi, una fiesta donde celebran como Buda alcanzó la iluminación. Aun así y aunque esta fe no incluya al mesías cristiano en sus creencias, los budistas pueden celebrar la navidad. Para ellos, Jesús es una bendición para la humanidad por su representación del amor a los humanos, además de un maestro; pero no lo consideran un hombre santo.
Entonces, técnicamente los budistas celebran el amor al prójimo y la venida al mundo de algo bueno, pero no el nacimiento del hijo de Dios como lo hacen los cristianos.

Otra religión oriental es la Hindú y su celebración de El Diwali (o festividad de las luces). Es tradicional de la India y, para muchos, lo más similar que tienen sus habitantes a la navidad. Dura cinco días, entre octubre y noviembre. Para algunos de sus creyentes es la entrada al año nuevo lunar, para otros simplemente una conmemoración del bien sobre el mal. Sí que podemos observar algunas similitudes con las fiestas occidentales: lanzar cohetes, comidas abundantes, regalos y ser considerado como un tiempo de dar. Otros son más personales del propio evento como el lanzamiento de luces flotantes y sus rezos tradicionales.

Finalmente, una religión (o conjunto de religiones) que no está muy presente a día de hoy pero que es bastante importante en cómo celebramos estos días es la religión pagana y su festividad: Saturnalia. Se celebra desde dos mil años antes del nacimiento de Jesús y se basa en el culto a Saturno (el sol), ya que en estos días tiene lugar el solsticio de invierno.
De ella recibimos el intercambio de regalos y las grandes comidas que los pueblos paganos desarrollaban; y que fueron adaptadas con la implantación del cristianismo en el imperio romano de la mano del emperador Justiniano. Incluso las tradiciones de Santa Claus y los abetos pueden ser observadas en pueblos paganos celtas durante la antigüedad. A día de hoy, el neopaganismo está ganando cada vez más adeptos, pero siguen siendo menos de un 2% de la población mundial.
La Navidad, más allá de la religión, es un período en el que factores como a quién rezas o en qué crees no debería ser impedimento para ser solidarios, ya sea en nombre de alguien o porque nos nace como individuos. Si incluso dentro de una misma creencia, cultura o país las tradiciones cambian, ¿qué podemos esperar de más de 7 billones de personas y 4.200 religiones?
Disfrutar nosotros y aprender del disfrute ajeno que viene en formas y colores tan diversos que ese aprendizaje casi se hace inagotable es con lo que nos podemos quedar antes que con el odio y las barreras que los mismos humanos ponemos. Feliz sea lo que sea que celebren nuestros queridos lectores.
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