El porvenir de la Unión Europea
- David Sánchez Esteban
- 8 ene 2024
- 6 Min. de lectura
La Unión Europea afronta un nuevo año con toda una serie de retos por delante pero, ¿cómo se están preparando las instituciones para ello?
Guerras, polarización, inestabilidad e incertidumbre son algunos de los elementos que más han caracterizado al 2023. Desde la invasión de Ucrania hasta la devastación en Gaza, pasando por el auge de golpes militares en el Sahel, la guerra en Sudán y las tensiones en el Indopacífico, el mundo ha sido testigo de cómo el orden mundial ha cambiado durante este último año. Nuevos actores no estatales se han alzado como grandes sujetos dentro de la política internacional, los mercenarios de Wagner, Hezbolláh o el Estado Islámico son solo un ejemplo de ello.
Este multilateralismo no hace sino generar un futuro incierto ante el que la política de dos bloques resulta ineficiente. El mundo se enfrenta a desafíos cada vez más complejos y diversos que requieren de una acción conjunta para su solución. El cambio climático, la lucha contra el terrorismo o la defensa de la democracia son los retos más importantes a los que se debe de hacer frente en este próximo año. Sin embargo, ¿qué papel juega la Unión Europea en todo ello?
El eurocentrismo ha sido la tónica general durante los últimos siglos. La idea de que los valores europeos eran los únicos válidos en el sistema internacional y que, por tanto, debían de ser exportados más allá de nuestras fronteras estuvo presente durante toda la época colonial. Con el cambio de milenio estados como China o las monarquías árabes se han alzado como potencias que demuestran lo contrario: no es necesario compartir los valores occidentales para abrirse un hueco en el tablero internacional.
La Unión Europea se concibió como un sistema político que, tal y como recoge el artículo 2 del TUE, se basa en el “respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, Estado de Derecho y los derechos humanos”. Para ello se vale de una serie de instituciones y normas que pretenden salvaguardar estos valores, no solo dentro de sus fronteras sino también de cara al exterior.
Atendiendo a este último ámbito, la política exterior y de seguridad común (PESC) es la encargada de promover el entendimiento internacional, basándose en la diplomacia y el respeto a las normas internacionales. Para lograrlo, la Unión cuenta con varios elementos. El primero de ellos es el Consejo Europeo, el cual es el encargado de determinar los intereses y objetivos estratégicos de la UE a través de la PESC. Dentro del mismo nos encontramos con la figura del Alto Representante de la Unión para asuntos exteriores y política de seguridad común, el español Josep Borrell, quien estará al frente de la PESC representando a la Unión en el exterior.
Dicho lo anterior, pasemos a analizar algunos de los retos que la UE debe de tratar a lo largo de este nuevo año.
Autonomía estratégica
El papel de la Unión en un mundo cada vez más cambiante y diverso no es sencillo. La Unión Europea solo puede actuar en aquellas competencias que le han sido delegadas previamente por los Estados, sin embargo, la defensa nunca ha sido una de ellas, ya que es cada Estado quien cuenta con la soberanía de crear y dirigir sus propias fuerzas armadas, de ahí que no podamos hablar de la existencia de un ejército europeo.
A raíz de la invasión rusa de Ucrania han sido numerosas las voces que claman por la creación de una fuerza armada conjunta dentro del continente europeo. Josep Borrell ha sido uno de los que se han pronunciado al respecto, abogando por la necesidad de alcanzar una autonomía estratégica de los 27 a la hora de afrontar los actuales retos geopolíticos.
A pesar de contar con la OTAN y el apoyo del músculo militar estadounidense, la Unión debe buscar su propia autonomía, solo así será capaz de responder de una forma rápida y efectiva a las posibles amenazas que pueda sufrir, sin tener que depender del aval estadounidense a la hora de actuar. Esto no quiere decir que la OTAN no sea positiva para la Unión, sino que el ejército comunitario europeo tan solo se trataría de un elemento más al que recurrir a la hora de garantizar la paz y seguridad europea.

Por otro lado, la UE busca conseguir una mayor independencia también en el ámbito económico. El claro ejemplo de ello ha sido la diversificación de proveedores energéticos que lleva realizando desde 2022, ya que la dependencia del gas ruso hizo que los mercados europeos se tambalearan ante posibles restricciones. Asimismo, la fragilidad de las cadenas de suministro se ha puesto de manifiesto en las últimas semanas con los ataques hutíes en el mar Rojo. En una economía globalizada como la actual el comercio internacional es un pilar clave, a pesar de que este modelo potencie ciertas vulnerabilidades. Es esa la razón por la que la UE debe de fomentar una mayor autosuficiencia en sectores estratégicos para poder hacer frente a las adversidades geopolíticas.
Elecciones al Parlamento Europeo
En cuanto a la agenda política se refiere caben destacar dos hechos. El primero de ellos es la nueva presidencia del Consejo de la Unión Europea asumida por Bélgica tras el relevo español, la cual tiene como objetivos reforzar la agenda social o perseguir una transición ecológica y justa entre otros. Será en el segundo semestre del año cuando Bélgica ceda el testigo a la Hungría de Viktor Orbán, la cual ha sido sancionada por la UE debido a las reformas de su presidente que amenazan al actual estado de derecho y los valores de la Unión.
La presidencia húngara del Consejo de la UE será determinante para fijar el rumbo que quiere tomar la Unión, por lo que va a ser necesario un mayor diálogo entre las instituciones y la propia Hungría para poder trabajar de cara a un objetivo común.
Por otra parte, el segundo hecho relevante a nivel político son las elecciones al Parlamento Europeo que se llevarán a cabo en el mes de junio. Concienciar a los votantes de la importancia de su voto en estas elecciones es uno de los desafíos que tiene la Unión durante estos meses, ya que las tasas de participación no suelen ser altas, siendo las del año 2019 las más elevadas con un 50,6% en el conjunto de la UE.

Cabe recordar que el Parlamento Europeo posee junto al Consejo tanto la función legislativa como presupuestaria de la Unión, siendo el encargado de aprobar la normativa europea. Asimismo, el Parlamento es el encargado de representar los intereses de los ciudadanos en las instituciones, por lo que el voto en estas elecciones va a determinar qué tipo de leyes y fondos se van a aprobar y por tanto aplicar en nuestro día a día.
Mayor cohesión
El aumento de hostilidades en diversas partes del globo no hace sino acentuar la importancia de una actuación conjunta de la Unión. Con los ataques de Hamás del 7 de octubre y la respuesta de Israel hemos presenciado como la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, realizaba una serie de declaraciones que no se terminaban de alinear con lo que posteriormente manifestara el Alto Representante para asuntos exteriores.
Esta serie de discrepancias en el seno de la UE provocan una pérdida de credibilidad y coherencia de cara al exterior. Mantener un discurso único alineado con los intereses de la Unión se hace cada vez más necesario, solo así se verá a la Unión como un sujeto internacional que actúa de manera conjunta y coordinada a la hora de afrontar los retos que se le plantean.
Migración
El flujo de migrantes será otro de los puntos a tratar en la agenda de la UE. Tras la crisis migratoria de 2015 la UE adoptó varios acuerdos para gestionar la llegada de refugiados a sus fronteras. El Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo finalmente ha sido aprobado por los 27 tras tres años de espera. Con esta iniciativa se pretende agilizar el procedimiento fronterizo de asilo, así como aumentar las garantías legales para los migrantes y una mayor flexibilidad para los Estados Miembros.
Este Pacto choca con las recientes medidas aprobados por el gobierno conservador de Rishi Sunak, quien pretende que 300.000 migrantes menos lleguen este año a suelo británico. A pesar de que el Tribunal Supremo de Reino Unido frenara en noviembre el traslado de solicitantes de asilo a Ruanda, el gobierno británico busca reactivar este plan a la vez que suprime la posibilidad de que los estudiantes extranjeros en universidades británicas puedan traer consigo a sus familiares.

Europa es un continente cada día más envejecido, gestionar la llegada de migrantes supone un reto mayúsculo para las instituciones a la vez que una fuente de oportunidades, sin embargo, es necesario seguir por un camino de acorde con los valores de la Unión y el respeto a los Derechos Humanos.
Si la Unión no quiere perder relevancia geopolítica, la búsqueda de aliados también debe de estar presente entre las prioridades de la UE. Tras la pérdida de influencia de Francia en el Sahel, la UE es aún vista en algunos territorios como aquella Europa colonial. Por ello, se debe de buscar estrechar los lazos con nuevas potencias emergentes, especialmente en el sur global, siempre de la mano de la diplomacia.
Los retos son diversos y complejos, el mundo está cambiando y la UE debe de estar preparada para ello. La transición ecológica o las nuevas tecnologías deben de seguir en el radar europeo, sin olvidar la búsqueda de la paz en un mundo cada vez más multipolar. El año solo acaba de empezar, pero ya son muchos los desafíos que la Unión tiene por delante.
Comments