Goncharov, la película de Scorsese que no puedes ver
- Álvaro Cruz Soleto
- 10 dic 2022
- 3 Min. de lectura
Los usuarios de Tumblr han imaginado colectivamente una película de gangsters de Martin Scorsese y el fenómeno se vuelve viral
El pasado mes de noviembre, los usuarios de Tumblr, la plataforma social de blogging, comenzaron a hablar sobre Goncharov, una película de mafiosos de 1973, supuestamente dirigida por Martin Scorsese. Entre las cintas del famoso director se pueden encontrar algunas sobre ese mismo tema, como Uno de los nuestros o El irlandés, y tantas otras como Taxi Driver, El aviador o El Lobo de Wall Street. Pero lo cierto es que Goncharov no existe.

Todo empezó con un post en 2020, en el que un usuario decía haberse comprado unas botas de imitación en cuya etiqueta había un anuncio para “Goncharov, la mejor película sobre la mafia de todos los tiempos, de Martin Scorsese”. Otro usuario respondió mofándose de él por no haber visto la supuesta Goncharov. Entonces, en 2022, una captura del post y la respuesta resurgieron y el usuario @beelzeebub realizó un póster falso para la película, utilizando toda la información disponible de la foto de la etiqueta, como que estaba producida por Domenico Procacci (un productor italiano real) y escrita por Matteo JWHJ 0715 (quien no existe). Con la salida del póster, el nombre de Goncharov se fue expandiendo y la comunidad de Tumblr decidió, colectivamente, colaborar en una broma en la que pretenderían que la película existe realmente.
Todos los posts de este estilo debían ir con el hashtag unreality, para no confundir a la gente y hacerles creer que verdaderamente había una película de Martin Scorsese llamada Goncharov. Una solución ante la histeria, aunque esta es la única forma de describir este fenómeno.

Sobre la película en sí, los “críticos” de la obra se decantaron por que tratara temas como lo cíclica que es la violencia, la imposibilidad de escapar de nuestro destino, las consecuencias de nuestras acciones, y el deseo homoerótico, además de la representación de rusos e italianos en el cine de mafias de Hollywood. Todo esto viene de analizar las “escenas” más importantes de la cinta, como la del bar, la de la torre del reloj en San Petersburgo, o toda la subtrama de triángulo amoroso entre Goncharov (Robert de Niro), Andrey (Harvey Keitel) y Katya (Cybill Shepherd). Al parecer, la historia acaba en tragedia porque Goncharov muere.
En AO3 (Archive of Our Own), un sitio popular para la publicación propia de “fan fiction” o fanfics, los usuarios han escrito más de 600 publicaciones sobre Goncharov. Bandas sonoras y arte conceptual de la película han invadido Tumblr, además de guiones, tráileres falsos y los análisis ya mencionados, que son los que más información dan sobre la película. Muchas son piezas de gran calidad, y todo por una obra que no existe.

A este particular efecto Mandela se unieron algunos famosos como Ryan Reynolds (Deadpool, La La Land), Gal Gadot (Wonder Woman) o Jonathan Sims (el creador de The Magnus Archives, podcast del que hablé hace poco). Pero, la sorpresa más grande vino cuando Francesca Scorsese, hija de Martin Scorsese, le preguntó a su padre si sabía algo de la película. Y el director respondió, que, efectivamente, él la había dirigido hace años. Sin duda, un tipo con humor el Scorsese.
Pero ¿cuál es la gracia, realmente, de Goncharov? La no-película da una lección muy importante sobre lo que es el arte y cuál es su relación con sus creadores y sus espectadores. El arte no debe existir aislado, pues es comunicación entre artista y espectador, además de entre espectadores. Goncharov permite desmembrar y examinar esta relación porque el texto, la obra de arte, no existe, y su supuesto creador, Martin Scorsese, no ha decidido crearla. Sin embargo, su mensaje es real para todo aquel que aprenda y lea sobre Goncharov.
Es este discurso colectivo de ideas, de sensaciones y emociones, el objetivo final del arte. Por eso no le pertenece sólo al artista, y su comunicación va más allá de ser entre artista y espectador. Es también la comunicación entre espectadores, quienes son activos ante la obra, analizándola y comprendiéndola. Compartiendo con otros que han sido ajenos a la creación de la obra. Además, estos análisis y respuestas vuelven al creador, como se puede apreciar con Scorsese aceptando autoría de Goncharov. En definitiva, el arte es libre y es de todos, y sus ideas e interpretaciones deben estar siempre al alcance de aquel que lo necesite.

Este mensaje sobre la libertad se puede encontrar en la propia película. De verdad, si no habéis visto Goncharov, estáis tardando. La podréis encontrar remasterizada por The Criterion Collection, aprovechando que en 2023 se cumple su 50 aniversario. Es un clásico que no puede faltar, con una historia e interpretaciones tan reales que nunca se borrarán de la memoria. Y es que ese es el único lugar donde le hace falta existir.
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