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La dictadura de Meriton

Genaro Gattuso deja un Valencia que coquetea con el infierno

Con un “mutuo acuerdo”, Gattuso y el Valencia han decidido separar sus caminos. Al técnico italiano se le ha hecho cuesta arriba la situación actual del club y, tras 213 días al cargo, dejará de estar al frente del equipo dejándolo a tan solo un punto del descenso.


Su salida es una más de las tantas que el valencianismo ha tenido que presenciar en los últimos años. En concreto, el Valencia de Peter Lim acumula ya hasta diez entrenadores desde su llegada. Además, Voro González ha tenido que actuar de urgencia como interino en seis ocasiones, contando que, tras la marcha de Gattuso, volverá a serlo.


El italiano ha dirigido al equipo en un total de 22 encuentros, habiendo ganado siete, perdido diez y empatado cinco. No es un bagaje que juegue muy a favor del ex del Milán, sin embargo, no se le puede pedir más a un Valencia que lleva años pegándose tiros a sí mismo.


De hecho, tal y como apunta Nacho Sanchís para Relevo, hay una serie de razones que han propiciado que todos los valencianistas tengan que volver a encomendarse en Voro para seguir en primera. Todo comienza en el último viaje de Gattuso a Singapur, durante el mundial. En ese momento, el técnico le pidió a Peter Lim la renovación de Lato. El singapurense le dio su palabra, pero en vano, ya que las condiciones ofrecidas al jugador eran distintas a lo acordado. Genaro lo dejó pasar, aunque ya comenzó con las sospechas.


La situación se volvió a torcer con la no aparición del dueño del Valencia durante la Supercopa, habiéndose citado ambos. Por último, el club le trasladó a su técnico la imposibilidad de fichar a Saúl Ñíguez. No habría un esfuerzo por el jugador del Atlético y, por tanto, a Gattuso se la ha agotado la paciencia y terminó por comunicar que no seguiría al frente para lo que queda de temporada. Desde el propio Valencia querían su continuidad, es más, los jugadores, los cuales se han enterado de su marcha por el propio comunicado, respaldaban al italiano.


Marcelino fue el último entrenador que estuvo a los mandos del club del Turia por más de un año. Tras él, han pasado Albert Celades, Javi Gracia, Bordalás y Gattuso, con Voro como interino en dos ocasiones. Ninguno de ellos estuvo más de un año al frente del equipo.


La situación es totalmente dramática, y todavía queda una vuelta entera. Como a punto a favor, el conjunto che todavía tiene que jugar contra el Real Madrid en su partido atrasado relativo a la jornada 17. Realmente, el encuentro se antoja verdaderamente difícil pues será la primera toma de contacto de Voro tras su vuelta. Además, se tendrá que medir a un Madrid que viene de desplegar un juego fantástico, aunque sin premio, ante la Real Sociedad. Por si no fuera poco, lo hará en el coliseo blanco.


Un empresario, Peter Lim, y su empresa, Meriton Holdings, los encargados de los "bandazos" del Valencia en estos últimos años. Está claro que el dueño quiere deshacerse del Valencia cuanto antes, pero hay formas… y formas. Así, Meriton ha conseguido sembrar un clima de odio y caos que convierte a Mestalla en una olla a presión ante el más mínimo error.


Es una pena a la situación a la que el equipo ha llegado. Con Marcelino, el valencianismo volvía a sonreír con la consecución de la Copa del Rey en 2019. Su salida supuso el primer golpe, directo al mentón, para la afición. Tras él, se despidió a Mateu Alemany, director deportivo, y los sucesores a Marcelino no han tenido éxito en un club casi en llamas. A partir de ese momento, jugadores como Parejo, Coquelin, Rodrigo Moreno o Guedes, entre otros, han ido saliendo, prácticamente regalados, a otros equipos.


Peter Lim decide y él mismo fue quien también despidió a Anil Murthy, otro de los culpables, para “recuperar la comunidad de los aficionados y la comunidad, a fin de posicionar al Valencia CF en la senda del éxito”.


Está claro que el empresario se ha equivocado de camino, seguramente a posta, y las cosas no pueden ir a peor. Al valencianismo no le queda más que apoyarse entre ellos y aguantar el tirón, acabar la temporada cuanto antes y esperar que Peter Lim, y su empresa, Meriton Holdings, dejen el club de una vez. Solo así acabará una pesadilla que lleva azotando Valencia desde 2014.



Manifestación en contra de Meriton Holdings. Fuente: Valencianista

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