Los Españoles sin patria en la Alemania nazi
- Álvaro Hernández
- 18 feb 2023
- 3 Min. de lectura
Después de la derrota de la guerra civil, muchos españoles huyeron hacia Francia. Allí poco después vivieron la guerra contra la Alemania nazi. Una vez apresados, estos españoles perdieron todo, incluso su nacionalidad
Tras la guerra civil en España, muchos de aquellos que defendían la república tuvieron que huir a Francia por miedo a las represalias del régimen franquista. Algunos de estos fueron grandes intelectuales como Rafael Alberti (Poeta), Antonio Machado (Poeta) o Luis Buñuel (Director de cine).
Fueron más de 400.000 españoles los que cruzaron las fronteras tras la guerra y de la gran mayoría no se tiene gran recuerdo. Sin embargo, el exilio de tantísimos miles de personas esconden extraordinarias aventuras, una de ellas, la de Francesc Boix.
Para entender la historia de Boix debemos situarnos en el contexto en la que transcurre.
En 1939, finaliza la guerra civil española, con victoria aplastante del bando sublevado. Esto provoca una fuerte ola de exilios (Que realmente comienza meses antes del fin de la guerra) hacia distintos lugares, uno de los más elegidos fue Francia. Allí las cosas tampoco serían sencillas para los españoles pues en Francia les esperaban largos meses en ¨campos de internamiento¨ donde eran considerados como ¨indeseables¨.
Todo cambia cuando en Mayo de 1940, la Alemania nazi de Hitler, entra en Francia. En este momento el gobierno francés comienza a reclutar a estos ¨indeseables¨ como soldados para la lucha contra Adolf Hitler y los alemanes. Una vez estos consiguen invadir la totalidad de Francia (En tan sólo 6 semanas) los españoles que lucharon por Francia fueron capturados como prisioneros de guerra.
Esta última condición que se les atribuía a los españoles hizo que en vez de ser enviados a los famosos campos de concentración, su destino se encontrase en los llamados ¨Stalag¨ o campo de prisioneros. Estos campos estaban regidos bajo las leyes internacionales por lo que, los prisioneros contaban con una serie de derechos que se debían respetar.

Los nazis realmente no querían mantener en su poder a estos prisioneros, esto sumado a la buena razón entre la España de Franco y la Alemania de Hitler hizo que hubiera sido posible un traslado de estos presos de vuelta a España. Sin embargo, cuando los alemanes informaron a Serrano Suñer (Ministro de Interior español en aquel momento) de la presencia de los Rotspanier (Rojos españoles) en los Stalag, recibieron una respuesta inesperada. Para España, esos presos no eran españoles o al menos, ya no. Esta decisión condenaría miles de vidas.
Es aquí dónde recogemos la historia de Francesc Boix, un fotógrafo que formó parte del partido comunista español (PCE) antes de la guerra civil española. Cuando los españoles son renegados de su patria, pierden también la categoría de prisioneros de guerra. En pocas palabras, los alemanes podían hacer con ellos lo que quisieran. Uno de los campos de concentración donde más españoles acabaron recalando fue Mauthausen (Alrededor de 7.200 españoles pasaron por allí) donde si bien no era un campo de exterminio, la mayoría de los prisioneros acababan muriendo por los trabajos forzosos a los que eran sometidos.
Francesc fue uno de estos españoles que corrió la mala suerte de pasar por Mauthausen. Sin embargo, su estancia fue más amena que para el resto. Como se dedicaba a la fotografía fue destinado al grupo de reconocimiento (fotografiaba a los nuevos internos a su llegada para poder realizarles una ficha, fotografiaba las muertes de algunos de sus compañeros, etc).
Pero verdaderamente, por lo que saltó el señor Boix a la historia fue por algo que hizo ya acabando la segunda guerra mundial y tras 4 años aprisionado. Cuando los nazis intentaban destruir las evidencias y pruebas de las atrocidades allí cometidas, Francesc, junto algunos de sus compañeros guardaron algunos negativos donde entre los cuáles se encontraban las pruebas de malos tratos, asesinatos y todo tipo de barbaridades realizadas por los nazis (incluso una visita rápida realizada por el general Himmler, mano derecha de Hitler).
Este acto de valentía sirvió para mucho en los juicios de Nuremberg, pudiendo hacerse ¨justicia¨. Francesc Boix moriría poco después, con tan sólo 30 años. Fruto del cansancio y de los horrores vividos en Mauthausen. El español solo pudo volver a España en contadas ocasiones y de incógnito.

Si les gustaría conocer más de esta historia, sobre el papel de las mujeres en Mauthausen, o sobre Gusen. Les recomiendo la película: ¨El fotógrafo de Mauthausen¨ dirigida por Mar Taragarona y protagonizada por el famoso actor español Mario Casas.
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