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Manolo Santana, el pionero del deporte español

Se cumple un año desde que el ex tenista español falleciese, dejando a su paso uno de los mayores legados del deporte español

El pasado 11 de diciembre de 2021 se dio a conocer la noticia de que Manuel Santana Martínez, conocido cariñosamente como Manolo, fallecía a la edad de 83 años en Marbella. En este artículo se repasará su leyenda y se mostrará por qué Manolo será recordado siempre como uno de los grandes.


Todo empezaría en el Club de Tenis Velázquez, en Madrid, donde Manolo empezaría como recogepelotas siguiendo el ejemplo de su hermano mayor Braulio. Allí descubriría su pasión por el tenis, que alimentó participando en los torneos que el club organizaba para los ballboys. En esos torneos, destacó jugando con su raqueta hecha a partir de una silla gastada. Poco después, uno de los socios del club le regaló su primera raqueta, con el marco roto y alguna cuerda de menos, pero su primera raqueta.


En los años 50, no había centros de alto rendimiento, ni mánagers, ni nada por el estilo. Sin embargo, Manolo contó con el apoyo de la familia Romero Girón, pudientes que le adoptaron y le apoyaron en su carrera tenística. Su primer éxito llegó en el año 1956, cuando se proclamó campeón de España júnior y cinco años más tarde llegaría su primer Grand Slam: Roland Garros. A su vuelta a España, lejos de las multitudes que Rafael Nadal o Carlos Alcaraz aglutinan, solo le esperaban algunos miembros del Club Velázquez. Esto se debe a que, por aquel entonces, el tenis era un deporte extraño al que la sociedad no le prestaba atención alguna.


Esto cambiaría a medida que Manolo iba acumulando logros y logros. En el año 1964, volvería a ganar Roland Garros; en 1965 se proclamó campeón en Forest Hills (el actual US Open); y en 1966, se alzaría vencedor en la cuna del tenis: Wimbledon. Todo ello, lo convertiría en el ídolo de los españoles, que veían como un humilde hombre llevaba el nombre de España por el extranjero y ponía al país en el mapa del deporte internacional por primera vez. Hasta el mísmisimo Franco le recibió y se atrevió a pronunciar unas disculpas por la muerte del padre del tenista, fallecido al poco de salir de prisión a causa de la represión.



Manolo Santana besando su Wimbledon de 1966. Fuente: El País

A finales de los años 60, se inició lo que hoy se conoce como la actual era Open. En ese momento es cuando el tenis se profesionalizó y todos los tenistas de la época, como Rod Laver o Rosewall, se unieron a este nuevo circuito. No obstante, Manolo atrasó esta decisión después de que Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico por aquel entonces, le convenciera con el propósito de convertir el tenis en deporte olímpico y que España brillara en la Copa Davis.


Y así fue como en los años 1967 y 1968, Manolo Santana llevó al combinado español a la final del torneo más importante de selecciones del mundo del tenis. A pesar de que no se pudo hacer con el triunfo en ninguna de las ocasiones, consiguió tener al país pendiente de sus hazañas. Durante los siguientes años, la gente empezó a comprar raquetas y las pistas de tenis dejaron de ser bienes privados, ahora públicas y llenas de niños que aspiraban a seguir los pasos de Manolo.


Antes de su retirada, ganaría el oro olímpico en México 1968, aún como deporte de exhibición, ya que Samaranch no logró que fuese olímpico hasta el año 1988. Además, aunque no esté reconocido oficialmente debido a las ambigüedades del inicio de la era Open, Manolo fue el mejor tenista del mundo, al hacerse con el número 1 en el año 1966.


Tras retirarse, se dedicó a promover el mundo del tenis en España. Por un lado, fue capitán de España en Copa Davis, donde sentó las bases de la selección que luego se convertiría en campeona en el año 2000. Además, por lo que más se le conoce, es por haber sido la cabeza del torneo Master 1000 de Madrid, cuya pista central tiene su nombre en su honor.


En definitiva, Manolo Santana fue el pionero del deporte español porque fue el primero en enseñar a los españoles que eran capaces de hacer frente a los ingleses, franceses, y estadounidenses, y que hacerse un lugar en el cruel mundo del deporte era posible. Finalmente, y en palabras de Rafael Nadal: "Mil gracias por lo que hiciste por este país, y por haber marcado el camino de tantos".



Manolo Santana con Rafael Nadal. Fuente: Marca

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