Qatar 2022: ¿Qué hay que celebrar?
- Daniel Garnacho
- 23 nov 2022
- 3 Min. de lectura
Comienza uno de los mundiales más polémicos de la historia, en uno de los países más dictatoriales del planeta
En 2010, el sueño de disputar un mundial en el medio oriente se hizo realidad. Tras una pugna con otras candidaturas como EEUU, Corea del Sur, Japón y Australia, Qatar se hizo con la victoria para la celebración de una de las mayores competiciones a nivel global.
Este pequeño país, situado en el Golfo Pérsico, es conocido por su gran riqueza gracias a la extracción o producción de petróleo. Gracias al dinero que esta actividad genera, se pudo llevar a cabo un gran plan para hacer realidad el deseo de unos pocos de jugar un mundial en ese país.
La elección de Qatar como sede esconde varios secretos y polémicas. Para empezar, todo gira en torno al dinero, los jeques qataríes tenían claro que antes o después iban a conseguir que se jugase un mundial en su país, y así ha sido. La FIFA en todo momento hizo referencia a la rotación continental y a la expansión que se iba a llevar a cabo gracias a esta elección, pero, la realidad es otra bien distinta. Otro de los motivos que hace que este mundial sea atípico y escandaloso se da porque su celebración es en los meses de noviembre y diciembre. Esto genera una sensación extraña entre los aficionados, acostumbrados a que las fechas sean otras.
Una vez que la elección estuvo hecha, había que empezar a adaptar el país y prepararlo para un evento que, durante un mes, iba a conseguir la atención de millones de personas. Por ello, la mano de obra que se utilizó para la construcción de los estadios fue muy barata. Los trabajadores que llegaban eran inmigrantes y de los países más pobres del mundo, además, con unas condiciones pésimas. Desde 2010, hasta 6500 personas podrían haber fallecido en Qatar. No obstante, desde el gobierno qatarí se niegan estas cifras y, la FIFA, no entra a valorar estos hechos.
Por si fuera poco, la situación del colectivo LGTBQ es todavía más preocupante: el país asiático tiene unas tradiciones muy arraigadas en las creencias religiosas y, en cuanto a los derechos humanos, no está especialmente avanzado, lo que contradice a todo el potencial que han mostrado en otros ámbitos. Qatar es uno de los países donde están criminalizadas las relaciones entre personas del mismo género, aplicándose penas de hasta siete años de prisión por la violación de los artículos referidos a esto. El gobierno también censura contenidos relacionados con la orientación sexual.
Hay muchas contradicciones entre lo que se dice y lo que se hace, ya que, desde Qatar, alegan que recibirán con total libertad a ciudadanos que pertenezcan a esta comunidad, aunque, no hay certezas de cómo se tratarán a los propios qataríes.

Si un colectivo está en una situación pésima, el trato a la mujer no iba a ser menos. Bajo el sistema de tutela masculina, las mujeres están un rango por debajo de los hombres, debiendo pedir permiso para tareas importantes. Muchas contradicciones y represiones que no tienen en cuenta los derechos humanos fundamentales. También se le acusa por mantener relaciones con grupos terroristas tales como el grupo Hamas, así como participó en la financiación a la Autoridad Nacional Palestina o a los rebeldes libios que se levantaron contra Moammar Gahdafi en 2011.
Como reacción a esto, muchos aficionados han dicho no a dedicar algún minuto a este mundial. Muchos famosos han rechazado a participar en el mismo evento tales como Shakira, Chanel, Ibai Llanos, Rod Stewart, entre otros. Aun así, si estarán Robbie Williams, Jason Derulo, Clean Bandit, J. Balvin, Maluma o Nicki Minaj.
Hay más polémicas que envuelven a un mundial que, seguramente, será recordado más allá de lo que pase en los terrenos de juego. Tampoco ayudan unas declaraciones de Gianni Infantino que han incendiado y solapado aún más la competición.
La selección danesa, por ejemplo, jugará con su escudo y publicidad prácticamente invisibles como protesta a todo lo ocurrido durante estos años. Por otro lado, un buen puñado de selecciones estaban dispuestas a portar un brazalete denominado “One Love”, aunque, finalmente, no lo podrán hacer ya que esto podría acarrear sanciones contra sus jugadores.
Son muchas las polémicas que rodean a Qatar 2022 y que están haciendo que no se sienta esa expectación de un verdadero mundial. Tampoco lo hacen la multitud de aficionados fake que han ido apareciendo en los últimos días a los que supuestamente se les ha pagado diez dólares y tres comidas al día por apoyar a las selecciones. El espectáculo está servido, al menos desde el punto de vista futbolístico, pero a costa de miles de vidas y para el beneficio de unos pocos.
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