Victor Wembanyama, el futuro de la NBA
- Abel Gómez Arévalo
- 21 nov 2022
- 3 Min. de lectura
El jugador francés de 18 años y 2.21 metros de altura ilusiona al mundo del baloncesto, que espera ansioso su llegada a la NBA el año que viene
Victor Wembanyama es la sensación del momento. Esto se debe a su gran altura y su impresionante manejo de balón, además de su capacidad para anotar triples. Victor es lo que en la NBA se llama un unicornio. Este jugador reúne las habilidades propias de un guard, que sumadas a la defensa y gran envergadura que le proporciona su altura, lo convierten en un un personaje de videojuego, único e incomparable.
Nacido en un pequeño pueblo del distrito de Versalles, no es una sorpresa que se dedicara al deporte, debido a que todos los componentes de su familia lo tienen en sus venas. Su madre, de 1.88 metros, antigua jugadora en el Stade Français, fue la que le introdujo en el equipo de su barrio. Por otro lado, su padre, de 1.95 metros, fue atleta profesional de salto longitud. Finalmente, su hermana mayor es futbolista y su hermano pequeño ha empezado con el básquet.
Víctor, que con 10 años ya superaba los 1.80 metros de altura, comenzó su carrera en el baloncesto en el Nanterre 92. Antes de cumplir 14 años, jugó la Minicopa de la Liga Endesa con el Barcelona, aunque fue con el equipo francés con el que se convirtió en el segundo jugador más joven de la historia en debutar en la Eurocup, a la edad de 15 años.

Ya en la temporada 2020, se le concedió una licencia para poder jugar en la primera división francesa en el ASVEL de Tony Parker, donde al año siguiente fue nombrado el mejor jugador joven de la liga. En ese entonces, decidió dar un paso atrás para poder liberarse de la presión y altas expectativas fichando por los Metropolitans 92. Es en este equipo donde podemos disfrutar de sus habilidades al completo actualmente. Además, recientemente, ha disputado sus primeros partidos con la selección absoluta de Francia, que espera contar con su liderazgo para gobernar el baloncesto europeo del futuro.
Sobre este talentoso joven reside el foco del mundo del baloncesto que, en palabras de los ojeadores expertos, es "el mejor prospecto joven desde Lebron James". El propio Lebron en una entrevista lo calificó de "extraterrestre" y de "talento generacional". Asimismo, otros jugadores han mostrado su admiración por Victor. Es el caso de Stephen Curry que lo ve "como un personaje creado en el videojuego NBA 2K", o Giannis Antetokounmpo que declaró que "hay que prepararse para este chaval".

Y es que a decir verdad, su futuro en la NBA no es que esté asegurado, sino que además parte como favorito indiscutible a ser el próximo número uno del Draft de 2023, clase en la que destacan otros propectos como Scoot Henderson o Nick Smith. La mayoría de ojeadores y analistas ven en él un talento mayor del que vieron en otros como Luka Doncic o Zion Williamson.
Este hecho puede provocar lo que en la NBA se conoce como el efecto tanking. Este efecto se traduce en perder aposta para hacerte con el jugador más talentoso el año que viene. Esto se debe a que los peores equipos, aquellos con menos victorias, de la temporada regular tienen más probabilidades de llevarse las rondas más altas del draft y, por tanto, elegir al mejor jugador. Por ese motivo, se espera que equipos cuyas expectativas no sean muy altas, pierdan intencionadamente, para tener más posibilidades de hacerse con los servicios de Victor.
Los futuros equipos de Victor pueden llegar a ser los Rockets, los Hornets, los Pistons o los Magic. Todos ellos son equipos jóvenes que cuentan en sus plantillas con jugadores talentosos que podrían ayudar a Victor a desarrollar todo su potencial, sin tener la presión de los equipos grandes de aportar resultados de manera inmediata.
En definitiva, Victor Wembanyama es la prueba de que el baloncesto está cambiando. Lejos quedan aquellos fuerzas dominadoras de la pintura de Saquille O´Neal o los especialistas defensivos como Richard Hamilton. El baloncesto exige más a sus jugadores, y el joven francés será aquel que liderará la siguiente generación del baloncesto en la que los "unicornios" y "extraterrestres" dominarán la cancha.
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