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Yolanda Díaz: destino La Moncloa

La vicepresidenta segunda del gobierno y ministra de Trabajo anunciará previsiblemente mañana su candidatura a la presidencia del Gobierno

Iñigo Errejón, Ada Colau, Rita Maestre, Mónica García, Enrique Santiago, Alberto Garzón… La lista de ilustres y relevantes asistentes que arroparán a Yolanda Díaz en el acto de mañana, 2 de abril, en Madrid, y en el que previsiblemente anunciará su candidatura para las próximas elecciones generales, bien podría ocupar la totalidad de este artículo y aún así, probablemente, no habría suficiente espacio. La asistencia además no se va a limitar a algunas de las figuras más relevantes del panorama político español, Mélanie Vogel (líder del Partido Verde Europeo) y Walter Baier (presidente del Partido de la Izquierda Europea) ya han anunciado que estarán también presentes en ese acto.


Yolanda Díaz en el acto de presentación de Sumar. Fuente: El País

Lo normal, por muy ambiguo que este término suene (y más aún en política), sería que estas presencias no levantasen sorpresa ninguna: se trata de dirigentes de formaciones de izquierdas apoyando a otra dirigente de izquierdas cuando esta anuncia su candidatura. Pero la realidad política española en ocasiones haría que uno se sorprendiese hasta de ver a un perro caminando mientras usa sus cuatro patas.


Lo cierto es que Sumar (plataforma bajo la cual Yolanda Díaz se presentará a los comicios) ha levantado ilusiones y ampollas prácticamente a la par, especialmente en Podemos, donde la ministra de Trabajo está encontrando últimamente más contrincantes que amigos, aunque ni Ione Belarra ni Irene Montero, actualmente las caras en activo de Podemos, han querido entrar en una guerra mediática, y la mayoría de veces que le han preguntado por el asunto en diferentes ruedas de prensa, han optado por la ambigüedad o las tibias críticas como respuesta.


El que sí ha arremetido en diversas ocasiones en las últimas fechas contra Yolanda Díaz ha sido precisamente aquel que la ‘eligió’ como su sucesora del espacio político: Pablo Iglesias, llegando a decir que la unión de la vicepresidenta con Sánchez escenificada en la moción de censura representa “lo que a PRISA le gusta como complemento del PSOE, y rara vez funciona”.



Pablo Iglesias y Yolanda Díaz en su etapa como compañeros de gobierno. Fuente: VozPopuli

El ex-secretario general de la formación morada, no obstante, se mostraba por la labor de que Sumar, Podemos y el resto de formaciones políticas de la izquierda española se presenten juntas a las próximas elecciones, aunque bajo una propuesta un tanto tramposa: eligiendo las listas mediante primarias completamente abiertas, en las que pueda votar todo el que quiera. La asociación mental del común de los mortales es que si en un proceso político puede participar mucha gente, más democrático será, pero esta fórmula tiene, en este caso, truco: en unas primarias en las que votasen toda la militancia de todas las formaciones que aspirasen a presentarse juntas, todos los votos valdrían igual, sí, pero no se puede obviar el hecho de que no todos los partidos tienen el mismo número de militantes. De hecho, el número de afiliados no está ni próximo, destacando a Podemos como la formación líder en este sentido. Y frente a la militancia numerosa y movilizada de Podemos nos encontramos a Sumar, una organización política con menos de un año de vida y sin militantes como tal. Si no se ponen medidas correctoras adicionales, ¿qué diferencia habría entre la lista que saldría como resultado de esa votación y una cualquiera que podría haberse elaborado en un congreso de la formación morada más allá de llevar a Yolanda de candidata y quizás un puesto para Íñigo Errejón?



Íñigo Errejón junto a Yolanda Díaz en un acto del pasado mes de marzo. Fuente: Europa Press

Más proclive a luchar por el futuro de Sumar encontramos a Alberto Garzón. El ministro de consumo defendió recientemente que la izquierda española se encuentra ante una oportunidad de volver a unir a todos aquellos “compañeros” que han ido perdiendo por el camino estos años, como Más País o Compromís.


Yolanda Díaz, no obstante, permanece ajena a todo este “fuego amigo” y continúa siguiendo los tiempos y plazos que ella misma se estableció cuando se decidió a lanzar su plataforma. Sabe que pocas cosas desmovilizan al votante de su espacio como ver peleas entre aquellos que optan a representarle y que el ruido que protagonicen suele ser directamente proporcional al batacazo que luego puedan llevarse en las urnas. Precisamente esto se vio en Andalucía, donde Por Andalucía (plataforma que aglutinó a todas las formaciones a la izquierda del PSOE con excepción de Adelante Andalucía) no obtuvo los resultados que esperaban tras una precampaña protagonizada por las disputas internas en la coalición, y que llevaron incluso a que Podemos no pudiese formar parte de manera oficial de la candidatura por entregar los correspondientes documentos fuera de plazo tras largas y difíciles negociaciones.


Sólo el tiempo irá aclarando cómo termina este huracán en el que están inmersos Podemos y Sumar, pero Yolanda Díaz no parece dispuesta a arriesgarse a entrar en él y que acabe derrumbando la estructura que comenzó a construir hace tan sólo un año y cuyos cimientos quiere asentar mañana en el Polideportivo Magariños, donde iniciará su ‘asalto’ a La Moncloa particular, y, a diferencia del primer Podemos, más proclive a tomar el cielo por consensos que por asalto.


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